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En noviembre del año pasado se lanzó el Chat GPT y desde entonces sigue causando revuelo. Su creador fue la empresa OpenAI que fundaron en 2015 Elon Musk, Sam Altman, Wojciech Zaremba, Ilya Sutskever y Greg Brockman. Se trata de un chat de inteligencia artificial con un lenguaje generativo que sorprende por su naturalidad.
El Chat GPT se diseñó y entrenó para establecer conversaciones con los usuarios de un modo natural. Cualquier persona puede acceder a él de forma gratuita. Se debe ingresar a la web oficial (https://chat.openai.com) y crear una cuenta en la página de OpenAI. Todo esto se realiza sin costo alguno. Luego, tras iniciar la sesión se entra al chat. Allí se le pueden realizar las preguntas deseadas y en casi cualquier idioma.
El modelo cuenta con unos 175 millones de parámetros. Se “entrenó” con una alta cantidad de texto. Por ello, efectúa labores vinculadas al lenguaje. Estas van desde generar texto hasta traducir. Responde de manera coherente y bastante precisa preguntas de todo tipo. También genera historias, noticias y describe productos.

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Se trata de un chat que despierta curiosidad y que a menudo se usa para divertirse y entretenerse. Sin embargo, puede tener aplicaciones muy valiosas para las empresas, estudiantes y profesionales. Está creado para resolver problemas, dar soluciones y responder preguntas de cualquier tema.
Entre los usos del Chat GPT está generar contenido para chatbots. El contexto que posee es amplio, por ello puede generar l información apropiada y con sentido para los chatbot. Esto también puede aplicarse a la generación de mensajes para las redes sociales. Puede hacer que estas publicaciones sean más atractivas.

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El contenido que genera el chat puede emplearse para elaborar correos electrónicos, informes y otras aplicaciones productivas. Igualmente, es capaz de realizar análisis de datos. Su diseño le permite extraer la información más valiosa de los datos que recibe.
El Generative Pre-training Transformer ( GPT) se basa en la llamada “arquitectura de transformadores”. Este modelo en particular (Chat GPT-3) posee el lenguaje entrenado más grande que se había creado hasta entonces. Se emplearon unas 10.000 millones de palabras y unos 8 millones de documentos. Los entrenamientos incluyeron “aprendizaje por refuerzo, a partir de retroalimentación humana”, explicaron sus creadores.