De las técnicas de marketing, hay una que ha demostrado ser potencialmente poderosa, y se trata del copywriting o escritura creativa. Bien utilizada incrementa el interés de los consumidores y activa su decisión de compra.
El concepto más simple define al copywriting como la redacción de textos publicitarios. Sin embargo, hay autores o especialistas en mercadeo que han extendido su significado, y catalogan este método como un arte para idear mensajes que inducen a una acción, ya sea suscripción, descarga de un libro, adquisición de un producto, o contestación de un formulario.
El copywriting es más que palabras. Es estrategia y persuasión. Es un camino ágil y divertido hacia la rentabilización de un negocio, una página web, un blog, una tienda virtual o cualquier iniciativa que implique interacción con los consumidores.
La estructura, la jerarquía, los términos empleados, la redacción y el uso de formas gramaticales, todo es importante, y tiene peso en el éxito o no de esta herramienta.
Es tanto el poder del copywriting, que estudios previos han determinado que un 20% de las ventas en empresas on line se caen por la presencia de errores ortográficos o incoherencias en la traducción.
Pero no solo es la comercialización lo se ve afectada por el mal manejo de contenidos. La imagen y la credibilidad también sufren las consecuencias. Aunque no lo creas, un 74% de las personas han manifestado sentir desconfianza por las plataformas que no le dan relevancia a la calidad de sus textos y publicaciones.
De este modo, si tienes una página web y quieres mejorar la manera en la que te comunicas, parafraseo algunos consejos de edición que Maider Tomasena, Copywriter Freelance y creadora de contenidos, ofrece para favorecer el diálogo con los clientes y lectores.
- Evitar la verborrea. Vale más ser directo y emplear frases cortas y sencillas.
- No utilizar más palabras de las necesarias para exponer una idea o concepto. Es mejor decir presentarse que hacer acto de presencia.
- No usar pleonasmos o redundancias porque restan agilidad a la lectura. Ejemplo: Hablar tres idiomas diferentes.
- Editar el texto si al leerlo en voz alta sientes que incurres en cacofonías. Esos sonidos que se repiten en una oración y producen una especie de musicalidad o ruido, generan molestia.
- Tener cuidado con las muletillas. Lejos de aportar valor al mensaje, demuestran pobreza del lenguaje.
- Dirigirse a los usuarios siempre de la misma manera. Sea de tú o de usted, debe mantenerse el tono para no perder la coherencia.
- Cuidado con los errores ortográficos, las malas traducciones o las equivocaciones al escribir nombres propios. A nadie le gusta ese tipo de faltas, menos si se cometen en una red social, correo electrónico o página web.